Pedagogías alternativas: Pikler, Waldorf y Montessori
Las pedagogías alternativas son formas de aproximarse al aprendizaje desde la experimentación, el movimiento y la agencia activa. Son una alternativa a la educación formal, donde el sujeto de aprendizaje tiene un rol más pasivo en su proceso educativo. Esta forma de comprender la educación de manera más horizontal, permite también que las relaciones que allí florecen se funden en un respeto mutuo y en la humildad de aprender en conjunto. La finalidad de estas metodologías es promover un desarrollo humano más integral, crítico y propositivo, para que el niño pueda relacionarse de mejor manera en el mundo y se vuelva un ciudadano que trabaja continuamente por el bien común.
Hay una gran variedad de metodologías alternativas, formuladas desde diferentes lugares y con distintos principios. Aquí te explicamos algunos:
🎈 Pikler: Emmi Pikler (1902-1984) fue una médica austriaca impulsora de una forma de entender a la infancia desde su naturalidad propia y la observación sin obstaculizar a los niños. Desarrollándose en el campo de la pediatría, Pikler notó que restringir el movimiento de los niños aumentaba la cantidad de accidentes y descubrió que las visitas médicas poco invasivas que se caracterizaban por la naturalidad le permitían observar a los niños de manera más efectiva.
Así, la pedagogía Pikler, dirigida principalmente a niños de 0 a 3 años, se basa en tres pilares: motricidad libre, juego autónomo y cuidados cotidianos respetuosos. Evitando obstaculizar el movimiento, los niños pueden explorar su entorno de manera independiente y segura. Para permitir este desarrollo autónomo, es esencial que los cuidadores respeten la individualidad de cada niño, ajustándose a sus ritmos y límites, y asegurándose de que todos los cuidados estén en orden.
💡 Si te interesa seguir la metodología Pikler:opta por espacios pensados en el movimiento libre y la seguridad. No es necesario que tengan una forma particular, lo importante es que permitas a tu hijo utilizar el espacio sin restricciones y sin coartar su movilidad.
🎈 Waldorf: Rudolf Steiner (1861-1925) fue un filósofo autriaco creador de la antroposofía Waldorf. Las reflexiones que realiza en su vida le permiten concluir su característica teoría de los septenios, es decir, que las etapas del desarrollo humano pueden dividirse en etapas de 7 años. Dirá entonces, que cada 7 años el cuerpo humano llega a un punto de madurez suficiente para comenzar otro proceso enfocado en otras necesidades.
Así, la pedagogía Waldorf establece como la primera etapa el proceso de desarrollo entre los 0 a 7 años, que se caracteriza por la imitación y asimilación de todos los estímulos al que el niño es expuesto, sin todavía poder discriminar sobre ellos. En ese sentido, esta pedagogía invita a la participación de una comunidad amplia en el desarrollo de aquel, donde el niño pueda compartir con otros de distintas edades de una manera acogedora y respetuosa para comprender el mundo desde la paciencia, el intercambio. Por lo mismo, es importante que los niños tengan a su alcance aquello que los invite a participar y desarrollar su “inteligencia sensorio-motora”. Esto porque, esta primera etapa se caracteriza por el desarrollo de la voluntad, por lo que se le debe entregar a los niños las mejores posibilidades de experimentar diversas actividades de manera autónoma.
💡 Si te interesa seguir la metodología Waldorf: opta por crear un espacio acogedor que fomente la creatividad e imaginación de tus hijos. Así, los colores suaves y texturas naturales acompañan el desarrollo.
🎈 Montessori: María Montessori (1870-1952) fue una psiquiatra italiana que observó que el desarrollo autónomo en los niños en un lugar adaptado para fomentar su juego autónomo, respondía más óptimamente a lo esperable a su edad que aquellos espacios tradicionales de educación. Divide las etapas de desarrollo en intervalos de 3 años. Así, conviene que los niños de 0 a 3 años estén juntos para potenciar su desarrollo e, igualmente, aquellos de 3 a 6 años y así consecutivamente. Los principios Montessori implican el uso de productos adecuados y científicamente probados como, por ejemplo, torres de aprendizaje y camas adecuadas a las necesidad de la etapa de crecimiento. La inclusión de materiales didácticos motiva al niño a ser protagonista de su propio aprendizaje, fomentando la autonomía e independencia en el proceso formativo. De esa manera, propone que sea el propio niño quien pueda ir decidiendo cuáles son las habilidades que quisiera desarrollar en relación a sus capacidades, potenciando la confianza y autodisciplina. Para ello, se debe tener todo a su alcance y la mirada atenta de un adulto observador
💡 Si te interesa seguir la metodología Montessori: opta por muebles especialmente diseñados para niños en la etapa particular en la que se encuentre tu hijo. De esa forma, el espacio que habitan permite un desarrollo autónomo según las necesidades que presenta. Además, permítele explorar con juegos didácticos que sean auto-correctivos, es decir, que el mismo juego le permita comprender el error y la solución de manera independiente.
La importancia del buen dormir en el niño:
Cuando dormimos no sólo nuestro cuerpo descansa, sino también nuestro cerebro; permitiéndonos recuperar energía suficiente para continuar un nuevo día.
Por lo mismo, dormir lo suficiente, de forma adecuada y cómoda es fundamental, ya que mejora el rendimiento escolar, la atención, el comportamiento, la creatividad y la consolidación de memorias; influyendo en el metabolismo, en el peso y la altura de los niños